sábado, 17 de octubre de 2015

Arte griego I: antecedentes. El arte minoico (prehelénico), un arte palaciego

Arquitectura


El arte cretense gira en torno al palacio, un conjunto arquitectónico integrado en la ciudad y formado por un agregado de habitaciones en torno a un gran patio. El edificio se adapta al terreno a base de terrazas o erigiendo dos alturas. El muro se levanta con materiales humildes y en la época de los segundos palacios (1650-1450 a.C.) se enluce y se pinta.
También entonces aparecen pórticos con columnas de madera enlucidas, cuyo fuste es más estrecho en la base y con capiteles de piedra formados por una pieza convexa (equino) y una losa plana (ábaco). Rematando los edificios aparecen esculturas estilizadas que parecen representar la cornamenta del toro.

Escultura

No existe en creta una escultura monumental, pero se han encontrado en los palacios pequeñas figuritas, de fayenza o marfil, ricamente policromadas, que parecen representar ceremonias religiosas, como las llamadas diosas de las serpientes.
Hay también una figura masculina que quizá formaba parte de un conjunto en que se representara la taurocatapsia, una ceremonia conocida a través de la pintura mural, consistente en una especie de acrobacia en la que jóvenes de ambos sexos se apoyaban en la cornamenta del toro y saltaban sobre el lomo del animal.



La cerámica minoica también pudo tener un sentido ritual; aparece asociada al palacio, está ricamente decorada y pudo utilizarse para ofrendas y ceremonias. Está pintada con temas de inspiración vegetal o marina. 
También aparecen en los palacios minoicos vasos rituales decorados. Entre ellos destaca el llamado rytón, con forma de cuerno o cabeza de toro. 



Pintura



El origen oriental y mediterráneo de la pintura cultura minoica se deja ver en las características de su pintura.
El tratamiento de la perspectiva, sin profundidad ni punto de fuga, y de la anatomía humana recuerda a la pintura mural egipcia. No obstante, la cretense en una pintura más flexible, con un trazo más libre y sinuoso, que tiende al movimiento.
Utiliza colores intensos, sobre todo rojos y azules, a veces de forma arbitraria, sin cuidar que se corresponda con la realidad.
Los temas en los que aparece la figura humana son ceremoniales. Aparecen representados auxiliares de palacio (coperos), damas que conversan y ceremonias como la taurocatapsia, en la que la vida se pone en juego para propiciar la fertilidad que el toro proporciona, un rito que los cretenses no interpretan de forma grave, sino festiva y elegante.
Los personajes suelen presentar una vestimenta escasa pero colorista, con talles delgados y un ligero amaneramiento en su postura. Los temas en los que aparecen animales y elementos naturales tienden aún más a la estilización y a cubrir el espacio con fines decorativos.
Dentro de la pintura cretense puede estudiarse una pieza excepcional, un sarcófago de piedra hallado en la ciudad de Hagia Triada que está decorado con escenas pintadas de carácter ritual o funerario.

Os proponemos aquí un documental muy interesante para saber más sobre esta increíble cultura.
"Los secretos de la isla de Minos"


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